En el marco del Proyecto de Flacsolab, en la línea de incidencia Mujeres y Equidad de Género, hacia un nuevo “Contrato sexual e Incidencia de Género” en la Constituyente, se desarrolló la primera charla bajo la dimensión de la autonomía económica de las mujeres “De lo privado al reconocimiento como actividad económica: los cuidados, el trabajo doméstico y la corresponsabilidad”. La charla estuvo a cargo de María Nieves Rico; argentina, migrante, y feminista, especializada en políticas públicas en cuestión de Género y Derechos Humanos.

Durante el encuentro se planteó la necesidad urgente de generar el reconocimiento de la igualdad de género, tanto en los ámbitos políticos, económicos y sociales en los diferentes niveles. En palabras de la expositora, esta situación responde a la histórica división sexual del trabajo que ha determinado a las mujeres a las labores del trabajo doméstico y de los cuidados en el ámbito de lo privado. Puesto que se ha romantizado la responsabilidad y dedicación de este trabajo a las mujeres a partir de su capacidad reproductiva, generándose una segregación estructural binaria de la realidad y una limitación en su autonomía en: la toma de decisiones, económica y física, como su interrelación.

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe  (CEPAL), define a la autonomía de las mujeres,  como ““la capacidad de las personas para tomar decisiones libres e informadas sobre sus vidas, de manera de poder ser y hacer en función de sus propias aspiraciones y deseos en el contexto histórico que las hace posibles”

En la dimensión de la  autonomía económica, Rico plantea que la equidad en la corresponsabilidad en el hogar y la familia debe ser un factor fundamental, para tratar en la Constituyente. En el sentido, de debatir sobre el rol de las mujeres como trabajadoras no remuneradas, en el señalado ámbito de lo privado y también en  la incompatibilidad de su participación en el trabajo remunerado del ámbito público, por la sobrecarga de las labores que conllevan a la desigualdad de su acceso y posición, a través de la generación de brechas salariales o los denominados techos de cristal.